





Defender 2026: Un Sutil Restyling para un Icono Off-Road con un Precio al Alza
Land Rover ha renovado su mítico todoterreno, el Defender. No se trata de una revolución, pero sí de lo suficiente como para que los fieles seguidores del "Deffie" vuelvan a plantearse si sacar la cartera. La versión actualizada presenta ligeros retoques estéticos y una buena dosis de tecnología, especialmente pensada para quienes quieren sentirse como en casa incluso en el barro.
Por fuera, los cambios son discretos: se mantienen los característicos faros semicirculares, ahora con una animación lumínica. Las tapas de rueda en negro brillante, los pilotos traseros ahumados y las nuevas opciones de color—Verde Woolstone y Gris Borasco—aportan un aire más moderno sin perder ese atractivo robusto de siempre.
El modelo sigue estando disponible en los tres formatos clásicos—90, 110 y 130—además de una nueva versión extrema, la OCTA. Esta última incorpora una pintura azul Sargasso oscura, detalles en fibra de carbono y la posibilidad de prepararlo para el rally Dakota. Llantas forjadas de 20 pulgadas, cabrestante, vinilo mate y otros elementos exclusivos están disponibles según el presupuesto de cada uno.
En el interior, encontramos ahora una pantalla táctil de 13,1 pulgadas (antes era de 11,4), una consola central rediseñada y un sistema de detección de fatiga para el conductor. Pero la gran novedad es el nuevo control de crucero off-road, que supone la evolución del All Terrain Progress Control. Basta con fijar la velocidad y apartar los pies: el sistema se encarga de todo, gestionando el terreno, la frenada, el acelerador y la tracción total. Incluso la aventura se ha vuelto semiautomática.
Por supuesto, todo esto tiene un precio. Y no precisamente bajo. En el Reino Unido, el Defender parte de las 57.000 libras. Eso sí, si buscas un SUV capaz de enfrentarse tanto al tráfico de Londres como a las dunas del Sáhara, más vale estar dispuesto a rascarse el bolsillo.