
CUPRA se inspira en volcanes y eslóganes para su nuevo concepto
CUPRA ha bautizado su último prototipo como Tindaya, en honor a la montaña volcánica de Fuerteventura, cuyas formaciones rocosas de tonos cobrizos reflejan a la perfección el lenguaje de diseño agresivo y pulido que caracteriza a la marca. El vehículo, que se presentará en el salón IAA Mobility de Múnich el 8 de septiembre, pretende anticipar las líneas futuras de la firma y, según el material promocional, ser “la máxima expresión de la emoción”.
El mensaje es directo pero ya resulta cansino: “Sin conductores, no hay CUPRA”. El concepto aspira a ser “radical y sencillo” al mismo tiempo, una combinación de palabras de moda que suele aparecer cuando no hay avances técnicos o de diseño listos para mostrarse al público. La nota de prensa promete “una simbiosis perfecta entre humano y máquina”, aunque no aclara si el Tindaya utiliza una plataforma eléctrica, incorpora nuevas tecnologías o es simplemente otra escultura de arcilla y carbono destinada a los expositores de los salones del automóvil.
Por ahora, Tindaya parece destinado a quedarse en el terreno de los eslóganes y las vitrinas, mientras que los modelos de producción de CUPRA deben competir en el mercado con argumentos mucho más terrenales que el “carácter volcánico”.