













Cadillac Elevated Velocity: Un espejismo de lujo que nadie conducirá
Cadillac ha presentado otro sueño eléctrico con Elevated Velocity, un SUV de lujo repleto de todos los avances tecnológicos y estéticos imaginables, desde animaciones de tormentas de arena hasta terapia de respiración. El resultado se sitúa entre una nave espacial, una cápsula de bienestar y un prototipo de rally desértico. Concebido como el último ejercicio de diseño de la marca, Elevated Velocity es un crossover eléctrico 2+2 que pretende ser tan capaz surcando dunas como relajando a sus ocupantes con una atmósfera meditativa. Más que un automóvil, es una nave meticulosamente esculpida que probablemente nadie llegará a conducir. Las promesas de marketing sobre "rendimiento extremo", "modos inteligentes" y "el arte de la emoción" se traducen, en la práctica, en un coupé elevado de cuatro plazas sin un propósito ni público claros. Algo muy propio del universo de los concept cars. La gran novedad es el Modo Elevate: un sistema en el que el volante y los pedales desaparecen, transformando el habitáculo en un supuesto "santuario de recuperación". La iluminación adopta tonos terapéuticos, la luz ambiental de las puertas se sincroniza con la respiración y una animación de dunas recorre el salpicadero. La propuesta resulta atractiva, hasta que uno imagina a alguien aparcado en el desierto practicando ejercicios de respiración en un Cadillac autónomo. Otros modos, como Velocity y Terra, suman desde potencia de hiperdeportivo y capacidades todoterreno hasta visión para tormentas de arena (Sand Vision) y una función llamada Elements Defy, que hace vibrar la carrocería para desprender la arena. Todo parece una forma sofisticada de decir que Cadillac quiere vender un vehículo camaleónico que se conduce como un carrito de golf. El interior apuesta por una paleta roja de tintes operísticos—Morello, Cerise, Granate—como si los pasajeros se preparasen para un duelo de lujo en Marte. Los materiales van desde tejidos bouclé hasta patrones desérticos impresos en 3D. No falta una caja fuerte personalizada para "objetos críticos" y, por supuesto, un set de polo artesanal. Todo apunta a una conclusión: Elevated Velocity no es un coche, es una fantasía—costosa, elaborada y casi seguro destinada a no producirse jamás. Cadillac exhibe este singular híbrido en The Quail, California, ante un público deseoso de ver algo que nunca podrá poseer.