BYD sube la apuesta en Europa con el Dolphin Surf
Las palabras “barato” y “chino” ya no son sinónimo de “gama baja”. BYD ha irrumpido en el mercado europeo con el Dolphin Surf, que no es simplemente una variante más del Dolphin, sino un utilitario eléctrico repleto de equipamiento y personalidad propia. Eso sí, el precio no es precisamente discreto: mientras que en China este compacto de cuatro metros se vende por unos 9.000 euros, en Europa la tarifa arranca en al menos 19.990 euros. En Alemania, la versión tope de gama alcanza los 30.990 euros.
Pero el Dolphin Surf dista mucho de ser un simple coche eléctrico de ciudad. Incluso en su acabado básico viene bien dotado, con una pantalla táctil de 10 pulgadas, retrovisores calefactados y eléctricos, y una buena lista de comodidades. Si se opta por las versiones superiores, se suman sensores de lluvia, asiento del conductor eléctrico, cámaras de 360 grados, carga inalámbrica para el móvil... detalles que el Dacia Spring ni siquiera se plantea.
En cuanto a la mecánica, los clientes pueden elegir entre dos opciones: una versión de acceso con 88 CV y otra más deportiva de 156 CV, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 9,1 segundos. La autonomía urbana según el ciclo WLTP oscila entre 221 y 322 kilómetros, según la configuración elegida.
Inicialmente, BYD importará el Dolphin Surf directamente desde China, aunque está previsto trasladar la producción a Hungría, donde se levantará un nuevo centro de I+D que generará unos 2.000 empleos.
Atrás quedan los tiempos en los que BYD solo competía en precio. Ahora apuesta por el equipamiento, la calidad y el diseño. Y puede que la jugada le salga bien: cuando el Citroën e-C3 parte de 23.300 euros, un Dolphin Surf bien equipado por 19.990 euros resulta tan tentador como un móvil capaz de preparar café.