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Bugatti Brouillard

Bugatti presenta el Brouillard: una obra maestra única entre la ingeniería y el arte

Author: auto.pub | Published on: 11.08.2025

Llamarlo simplemente coche sería como reducir la Mona Lisa a un simple cuadro. El nuevo Bugatti Brouillard está claramente concebido para quien no se conforma solo con la velocidad, sino que exige grandeza visible.

Se trata del único hiperdeportivo de su especie, animado por un motor W16 de ocho litros con cuatro turbocompresores resucitado para la ocasión. Es el mismo propulsor que dio vida al Chiron, aunque aquí alcanza una sofisticación difícil de describir, entregando 1.600 caballos y obligando incluso al más indiferente de los entendidos del lujo a prestar atención. Su base técnica es un chasis de fibra de carbono reforzado con componentes de aluminio reservados habitualmente para vehículos de circuito.

El exterior del Brouillard desafía abiertamente a quienes creen que un coche se define solo por líneas rectas. El frontal presume de un parachoques esculpido y dominante junto a una monumental parrilla, flanqueada por faros LED integrados con inteligencia y tomas de aire funcionales. En el lateral, la característica hendidura en forma de C de la marca se extiende con acentos de fibra de carbono que destacan sobre la carrocería en verde venenoso. Desde la zaga, un alerón integrado, pilotos traseros en forma de X que evocan al W16 Mistral y cuatro impresionantes salidas de escape anuncian su linaje directo del Chiron Super Sport.

El habitáculo no oculta su ascendencia Chiron, aunque cada detalle ha sido elevado al rango de obra única. El interior, en tonos verdes, se distingue por asientos de patrón ajedrezado tejidos a mano en París con un tejido creado exclusivamente para este coche. La fibra de carbono y el aluminio están presentes por doquier, como homenaje deliberado a la ingeniería de élite. El toque más exquisito lo pone una figura de caballo Brouillard, artesanalmente esculpida en vidrio e incrustada en el selector de marchas de aluminio.

Se rumorea que esta maravilla de la técnica y el diseño nació a partir del encargo personal del empresario holandés Michel Perridon. El Brouillard no solo recorre las carreteras sino que se desplaza por el mundo como una galería de arte sobre ruedas, donde incluso un vistazo fugaz supone un privilegio.