Bruselas estudia prohibir los coches de alquiler de combustión en su nueva ofensiva ecológica
La Comisión Europea afila de nuevo sus herramientas legislativas y esta vez pone el foco en el sector del alquiler de coches como su próximo caballo de Troya para impulsar la transición eléctrica. Según varios medios alemanes, Bruselas está preparando una ley que prohibiría a las empresas de alquiler incorporar vehículos con motor de combustión a sus flotas a partir de 2030. Al parecer, si se trata de alquilar, ya no hacen falta.
Los detalles del proyecto aún no se han publicado, pero se espera que el texto definitivo esté listo antes de que acabe el verano y pase después al Parlamento Europeo, donde se da por hecho que recibirá luz verde. Si la normativa se aprueba tal como está planteada, podría afectar hasta al 60 por ciento de las matriculaciones de vehículos nuevos, un impacto imposible de ignorar.
¿Por qué el alquiler? Desde el punto de vista de la Comisión, estas flotas son el campo de pruebas ideal: renuevan sus coches a un ritmo vertiginoso y forzarlas a pasarse al eléctrico crearía un mercado de segunda mano más amplio y daría mayor visibilidad a estos vehículos. Una medida similar podría llegar pronto a las flotas corporativas. El mensaje es inequívoco: la combustión tiene los días contados.
Todo esto forma parte del ambicioso Pacto Verde de la UE, que mantiene su objetivo de prohibir la venta de coches nuevos de combustión en 2035. Sin embargo, el camino hacia esa meta se está demostrando más accidentado de lo previsto: las ventas de eléctricos avanzan con lentitud, los consumidores recelan de los precios elevados, las inversiones se retraen y hasta gigantes del sector como Volkswagen y Mercedes-Benz empiezan a dar marcha atrás en sus promesas eléctricas.
Volkswagen aparca su gama ID. Mercedes-Benz va dejando atrás su línea EQ. Incluso los grandes se dan cuenta de que la política verde no doblega las leyes del mercado. Pero Bruselas parece convencida de que, con suficiente presión, al final llegarán los aplausos.
Si la ley sale adelante, el escenario del alquiler europeo podría volverse plenamente eléctrico. ¿Planea una escapada a los Alpes o un recorrido por la Toscana? No olvide la tarjeta de carga, y confíe en que el único punto disponible no se oculte tras una vaca.