



























































































El Audi Q3 regresa: más pantallas y más iluminación
Audi ha presentado la tercera generación de su Q3, un SUV compacto que se ha consolidado como uno de los pilares de ventas de la marca. La fórmula no varía: un crossover premium pensado para la familia, aunque desde Ingolstadt han añadido más destellos digitales, nuevos juegos de luces y, como era de esperar, precios más elevados.
Desde su lanzamiento hace una década, el Q3 ha superado los dos millones de unidades vendidas en todo el mundo, afianzándose como la puerta de entrada para quienes desean el emblema de Audi sin llegar a los precios de un A6 o un Q7. Esta nueva entrega mantiene esa esencia y se ofrece en dos variantes de carrocería: el SUV tradicional y el Sportback de líneas más deportivas.
El dossier de prensa de Audi pone especial énfasis en la tecnología de iluminación. Ahora es posible elegir entre faros Matrix LED, micro-LED u ópticas traseras OLED, con hasta 36 segmentos personalizables. Incluso se pueden proyectar iconos de cristal de hielo sobre el asfalto y seleccionar distintas “firmas luminosas” digitales desde el sistema MMI. El mensaje es claro: el coche se comunica a través de espectáculos de luz.
En el interior, la ambientación sigue la misma línea. Una pantalla central de 12,8 pulgadas y el cuadro de instrumentos digital de 11,9 dominan el habitáculo, acompañados por un avatar de “asistente Audi” impulsado por Android Automotive. Esto permite que el Q3 ejecute aplicaciones como YouTube de forma nativa, sin necesidad de conectar el móvil, una primicia en este segmento de Audi.
La gama de motores no depara grandes sorpresas:
Q3 35 TFSI: gasolina de 1,5 litros, 150 CV, con tecnología mild-hybrid de 48V.
Q3 35 TDI: diésel de 2,0 litros, también con 150 CV, pensado para quienes recorren largas distancias.
Q3 45 TFSI quattro: gasolina de 2,0 litros, 265 CV y tracción total.
Q3 55 TFSI e: híbrido enchufable, 272 CV combinados, hasta 119 km de autonomía eléctrica (WLTP) y acceso a subvenciones en algunos mercados.
En Europa, el precio parte de 46.590 euros para el Q3 SUV, mientras que el Sportback añade un sobreprecio de 1.900 euros. El híbrido enchufable arranca en 56.090 euros (SUV) o 57.990 euros (Sportback), situándose frente a rivales como el BMW X1 y el Mercedes-Benz GLA, donde el prestigio de la marca pesa tanto como la ficha técnica.
En definitiva, el Q3 de tercera generación no busca sorprender. Cumple su cometido: sostener el volumen de ventas de Audi y confirmar a los compradores que han accedido al círculo “premium”. El resto, desde los micro-LED hasta los avatares parlantes, es el ruido de la modernidad. El fondo permanece intacto: un SUV compacto que vende estatus tanto como ingeniería.