A Punto de la Catástrofe

Un adelantamiento imprudente por parte de un camión maderero estuvo a punto de convertir un trayecto rutinario en una colisión catastrófica. La escena se desarrolló con una claridad inquietante. El pesado camión salió a adelantar justo cuando otro coche ya estaba en plena maniobra de rebasarlo. No hubo ángulos muertos que culpar ni deslumbramientos solares que nublaran el juicio. El vehículo más pequeño era perfectamente visible. Lo que ocurrió fue una maniobra descuidada, de esas que reducen la distancia entre la normalidad y la tragedia al mínimo. Que no terminara en hierros retorcidos y sirenas fue cuestión de pura suerte. La acción no dejó lugar a dudas: estuvo a un paso de convertirse en un grave accidente.