Toyota electrifica el bZ4X: así es el bZ Time Attack
En el SEMA, el mayor salón de tuning de Estados Unidos, Toyota sorprendió a todos con una versión radical de su crossover eléctrico, el bZ4X. El modelo renace como bZ Time Attack, un nombre y una actitud que poco tienen que ver con el manual habitual de la marca japonesa.
Según Car and Driver, el bZ Time Attack partió de un bZ4X estándar, pero queda poco del familiar SUV eléctrico. Bajo el emblema y la silueta reconocibles se esconde una máquina pensada para el circuito. El sistema de doble motor ahora supera los 400 caballos de potencia, frente a los 338 originales, aunque Toyota se reserva la cifra exacta.
La altura al suelo se ha rebajado en 15 centímetros y la vía se ha ensanchado en la misma medida. Como señala Autoweek, el coche monta coilovers Tein, frenos Alcon y pastillas Hawk, componentes heredados de los coupés de competición de Toyota. El interior es puro propósito: jaula antivuelco completa, asientos tipo baquet OMP y arneses multipunto sustituyen cualquier atisbo de confort de serie.
Por fuera, no hay dudas sobre sus intenciones. Jalopnik describe el salvaje kit aerodinámico, con un splitter delantero, un difusor gigantesco y un alerón trasero descomunal, más propio de Nürburgring que del centro de Los Ángeles.
Toyota insiste en que no es solo un ejercicio de estilo. En su comunicado, la marca define el bZ Time Attack como una plataforma experimental para explorar los límites de la propulsión eléctrica en competición. Forma parte de un esfuerzo mayor por demostrar que Toyota puede fabricar eléctricos tan dinámicos como sus deportivos de gasolina.
Fuentes internas sugieren que el proyecto podría desembocar en una copa monomarca, aunque no hay anuncio oficial. InsideEVs añade que el prototipo servirá para recopilar datos sobre el rendimiento de baterías y sistemas de refrigeración bajo estrés de carrera, información clave si Toyota quiere vender auténticos eléctricos deportivos en el futuro.
Hasta ahora, la estrategia eléctrica de Toyota se basaba en híbridos y prudencia. El bZ Time Attack demuestra que incluso el mayor fabricante del mundo entiende que hoy la emoción vende tanto como la eficiencia. Con Ford y Hyundai ya compitiendo en Nürburgring con sus eléctricos, Toyota no puede quedarse atrás.
Este proyecto no convertirá al bZ4X en un superdeportivo de la noche a la mañana, pero sí marca un cambio de mentalidad. La marca, durante años tachada de fiable pero aburrida, parece lista para dejar atrás ese estigma. Si un crossover eléctrico de Toyota puede plantar cara a deportivos de combustión en circuito, podríamos estar ante el inicio de una nueva era para la marca y para la deportividad eléctrica.
