El Tesla Model Y, el coche menos fiable de la década según TÜV
Tesla presume de innovación y actualizaciones remotas, pero el TÜV SÜD alemán ha optado por otro enfoque. Su último informe de inspección coloca al Model Y en el último puesto, no solo en su grupo de edad, sino entre todos los coches evaluados en los últimos diez años. Un jarro de agua fría para una marca que se vendía como pionera tecnológica.
A diferencia de las encuestas de satisfacción, el informe del TÜV se basa en revisiones físicas. Los inspectores no se fían de las opiniones de los propietarios, sino que examinan el estado real de cada coche. Este año revisaron 9,5 millones de vehículos. Entre los coches de dos a tres años, el Model Y quedó en último lugar: uno de cada cinco no superó la inspección. El dato exacto fue del 17,3 por ciento, y el TÜV señaló que muchos fallos eran lo bastante graves como para suspender de inmediato.
La media de defectos en ese grupo de edad es del 6,5 por ciento. El Mini Cooper SE destacó para bien con solo un 3,5 por ciento. El Audi Q4 e-tron le siguió con un 4 por ciento. El Model Y, en cambio, protagonizó el titular más negativo. El informe también mostró que el Model 3 apenas lo hizo mejor, con defectos críticos en el 13,1 por ciento de los coches inspeccionados.
La mayoría de los fallos estaban relacionados con la suspensión. Según los expertos, los silentblocks de los brazos de control se desgastan rápido. Los discos de freno se oxidan porque apenas trabajan en un eléctrico, pero siguen necesitando mantenimiento. También aparecieron problemas de iluminación. No es la lista que desea ningún fabricante, y menos uno que presume de estar a la vanguardia tecnológica.
El mercado europeo de eléctricos ha llegado a un punto en el que la fiabilidad y el coste de mantenimiento pesan tanto como la autonomía y el precio. Los fabricantes tradicionales han ido mejorando la calidad paso a paso. Tesla apuesta fuerte por las actualizaciones de software, aunque la parte mecánica parece pedir una revisión más profunda. El veredicto del TÜV deja a Tesla en una posición incómoda en Europa. En Alemania, donde la exigencia en calidad es máxima, un informe así puede afectar a las ventas en los próximos años.
El panorama general es revelador: la revolución del coche eléctrico ya no va solo de software y recarga rápida. También depende de una vieja pregunta: ¿cómo resiste un coche el día a día?