Renault liquida su historia: cien iconos a subasta
Renault se prepara para inaugurar una gran sala de exposiciones en 2027. Antes de desplegar la alfombra roja, la marca da un paso que se parece más a una limpieza a fondo del garaje: cien vehículos históricos y otros tantos objetos técnicos saldrán a subasta en diciembre de la mano de Artcurial. Los coleccionistas, desde luego, no pondrán pegas.
Renault y Artcurial Motorcars celebrarán la subasta el 7 de diciembre en la fábrica de Flins sur Seine. La venta abarca los ciento veinticinco años de historia de la compañía. Renault recalca que unos seiscientos vehículos seguirán bajo su custodia.
El catálogo recorre un siglo entero de hitos de ingeniería y experimentos tan bellos como cuestionables. Arranca con un Type D de 1901 y termina con un Clio Williams, pasando por un autobús de 1933 y una versión policial del patriótico R5. Cada lote se describe como excepcional.
Los destellos más intensos llegan del pasado deportivo de Renault. Monoplazas de Fórmula 1 de la era turbo se ofrecen con sus cuadernos técnicos originales. Los años turbo, de 1981 a 1985, representan uno de los periodos más arriesgados y románticos de Renault. Ahora, la columna vertebral de esa época se dispersa pieza a pieza.
Máquinas de rally y resistencia como el Alpine A442 y un GT Turbo aún cubierto de polvo rojo del Bandama aportan su propio peso a la venta. Son coches que arrastran historia real, no leyendas pulidas. Se sienten como los vestigios más auténticos de la colección.
La selección de objetos no es menos excéntrica. Hay maquetas de túnel de viento, motores que impulsaron monoplazas, réplicas de monos de piloto y, de forma inesperada, modelos de vagones de tren y un platillo volante Reinastella futurista creado junto a Disney. Es como el subconsciente colectivo de Renault metido en una caja: caótico, variado y a ratos desconcertante.
Al final, la subasta deja claro que los proyectos de patrimonio ya no son homenajes sentimentales, sino ejercicios calculados. Si algo se puede vender, se vende. Renault no es la excepción. Los coleccionistas estarán listos, porque oportunidades así, directas de fábrica y del pasado, rara vez se presentan. Renault parece dispuesto a vaciar los armarios hasta el último tornillo.