Lixiang tambalea: pérdidas y recall golpean fuerte
El regreso de Lixiang a los números rojos vuelve a sacudir al fabricante chino, y las cifras del tercer trimestre han encendido alarmas más fuertes de lo previsto.
El fabricante de coches eléctricos ha sorprendido al mercado con una pérdida trimestral de 624 millones de yuanes, unos 82 millones de euros. Es la primera vez que Lixiang vuelve a terreno negativo desde finales de 2022, y en el ferozmente competitivo sector de los eléctricos en China, los tropiezos nunca tienen una sola causa.
Las ventas cayeron un 39 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. La compañía entregó 93 211 vehículos, una cifra que no parecería catastrófica si no se compara con su desempeño previo. Hace un año, Lixiang registró un beneficio de 2.800 millones de yuanes, unos 401 millones de dólares.
La caída en las entregas no fue el único problema. El otoño trajo un sobresalto incómodo cuando la empresa lanzó una llamada a revisión a gran escala. En total, 11.400 minibuses eléctricos de lujo Mega fueron retirados tras el incendio de una unidad en circulación.
Sin los costes asociados al recall del Mega, el margen bruto automotriz de la compañía se situaría en el 19,8 por ciento. La realidad fue mucho más cruda. Los primeros cálculos apuntan a que la llamada a revisión supuso una pérdida de aproximadamente 1.100 millones de yuanes, 155,2 millones de dólares o unos 145 millones de euros.
La empresa no espera una recuperación rápida en el cuarto trimestre. Su objetivo es entregar entre 100.000 y 110.000 vehículos de octubre a diciembre, lo que supondría una caída del 30 al 37 por ciento respecto al año pasado. Octubre sumó 31.767 entregas. Para noviembre y diciembre se prevé entre 68.200 y 78.200 unidades.
El tropiezo de Lixiang refleja una tendencia más amplia: los fabricantes chinos de eléctricos luchan por equilibrar precios, competencia creciente y una guerra de precios que no da tregua. Los problemas técnicos, especialmente los riesgos asociados a las baterías, añaden presión frente a Tesla y otros rivales globales. Ahora los inversores observan de cerca si Lixiang logra estabilizarse en los próximos meses o si esta caída marca el inicio de una nueva normalidad.
