



Cuando la hija de un mafioso y el hijo de un fiscal estrellan un Mercedes contra una casa, adivina dónde ocurrió
En una pequeña aldea cerca de Moscú, la hija de un mafioso local y el hijo de un fiscal decidieron que el mundo era su circuito privado. Bajo los efectos de las drogas, el grupo acabó aparcando directamente en el jardín de una vivienda. Por pura suerte, la familia estaba de visita con unos parientes; de lo contrario, los titulares habrían hablado de funerales y no de un choque.
Como es habitual en la posguerra soviética, la gestión del problema comenzó de inmediato en el lugar. Los jóvenes "héroes" pensaron que unas amenazas y una llamada al despacho adecuado borrarían tanto la física como el código de circulación. Un detalle: la chica al volante iba ebria y el joven a su lado había consumido estupefacientes.
Esta vez, por milagro, nadie perdió la vida.