Helix y Astro Mechanica: ¿el futuro supersónico es eléctrico?
Helix y Astro Mechanica aseguran que estamos a las puertas de una nueva era, donde un motor turboeléctrico híbrido podría romper por fin la maldición económica del vuelo supersónico. Si DualityTM será realmente una revolución o solo otro espejismo de startup tecnológica, lo sabremos pronto.
El especialista británico Helix suministra su tecnología para el nuevo motor de ciclo combinado de Astro Mechanica, cuyo objetivo es que los aviones supersónicos tengan costes operativos sensatos. DualityTM está diseñado para imitar el funcionamiento de un turbofán, un turborreactor y un estatorreactor según la velocidad, una especie de navaja suiza de la ingeniería cuya utilidad real solo se verá cuando funcione fuera del papel.
Por ahora, el prototipo de Astro Mechanica depende de cuatro motores eléctricos Helix SPX242-94. Cada uno entrega 400 kW de potencia máxima y 470 Nm de par, con un peso de apenas 31,3 kilogramos. Las cifras impresionan, aunque conviene recordar que estos prototipos, de momento, solo vuelan en hojas de cálculo.
Helix ya promete algo mucho más ambicioso para la próxima generación. La empresa desarrolla unidades de 61,5 kilogramos que deberían ofrecer 900 kW de potencia continua y girar hasta 20.000 rpm. Es una mezcla de generador y motor de propulsión, al menos en teoría, aunque los números siguen cómodamente en el tablero de diseño.
La estrategia de la startup es atrevida. DualityTM separa el núcleo turbo de la propulsión, usando una turbina de gas para generar electricidad que se reparte entre cuatro motores Helix encargados de mover el ventilador y el compresor. La idea es crear un tren motriz híbrido lo bastante flexible como para rendir a cualquier velocidad hasta Mach 3 o más. En la práctica, el concepto sigue entre bancos de pruebas y simulaciones por ordenador.
Astro Mechanica afirma que su prototipo de cuarta generación ya está en pruebas y que un primer vuelo en tres años no es una fantasía. La aviación ha escuchado promesas similares antes, casi siempre seguidas de despegues retrasados por varios kilómetros, al menos en sentido figurado. La ambición a largo plazo, convertir el viaje supersónico en algo tan rutinario como un vuelo comercial en diez años, suena aún más optimista.
El papel de Helix sigue siendo relevante. Sus motores ya han demostrado su valía en la Fórmula E, hiperdeportivos y varios proyectos de defensa y náutica. La relación potencia-peso realmente destaca. Si alguien puede dar vida a la propulsión turboeléctrica supersónica, Helix está entre los pocos candidatos creíbles.
Al final, el escenario es el de siempre. La tecnología parece revolucionaria sobre el papel, pero su verdadero valor solo se mide cuando se enfrenta a la física, ese rival inmune a la propaganda. Helix y Astro Mechanica pueden ayudar a que la aviación supersónica vuelva al mapa, pero hasta que el metal despegue, DualityTM sigue siendo una promesa audaz más que una revolución inminente.
