GM apuesta por una nueva generación de V8
Los fabricantes estadounidenses viven una fase curiosa. Cada presentación en la sala de juntas promete un futuro eléctrico, pero el aroma a gasolina sigue colándose. General Motors prepara una nueva generación de motores V8 para 2027, en dos versiones: una para pickups de gran tamaño y otra dirigida a deportivos. Con esto sobre la mesa, la inversión anunciada de novecientos millones de dólares, unos 828 millones de euros, no parece extravagante, sino inevitable.
Varias fuentes bien informadas detallan el plan con una precisión sorprendente. El motor principal será un V8 de 5,7 litros destinado al Chevrolet Silverado 2027, cuyo debut oficial podría llegar tan pronto como el verano de 2026. Este propulsor reemplazará a las actuales familias de 5,3 y 6,2 litros y promete mejorar el consumo en un seis por ciento. Para los estándares actuales de las pickups estadounidenses, eso casi equivale a una política de austeridad nacional.
La versión tope de gama eleva la cilindrada a 6,6 litros y pone el foco en el rendimiento. En teoría, esto le da al Corvette un nuevo compañero de juegos y permite a Cadillac soñar con que un sedán musculoso no tiene por qué ser solo un recuerdo nostálgico. GM tampoco descarta que alguna pickup especialmente ambiciosa pueda recibir este motor. La compañía ya prepara el terreno para sistemas híbridos, y los nuevos motores encajan en ese futuro con una facilidad sospechosa.
La industria estadounidense avanza a un ritmo doble: una mano dibuja baterías, la otra remueve el legado de los V8. Es una sensación extrañamente familiar, quizá por eso nadie parece realmente sorprendido.