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Genesis GT Concept

Genesis Magma GT: El superdeportivo coreano aún es un sueño

Autor auto.pub | Publicado el: 24.11.2025

Genesis se aventura en el terreno de los superdeportivos con el Magma GT, aunque por ahora es más un boceto que una declaración de intenciones. El diseño impresiona, la parte técnica es difusa y la ambición estratégica es evidente, pero la distancia con Ferrari o McLaren sigue siendo mucho más que unas cuantas curvas.

Este es el primer intento de la marca por jugar en la liga de los superdeportivos, y Genesis se presenta con un concepto pulido. El fabricante premium coreano, conocido sobre todo por berlinas eléctricas y SUV, ahora quiere sentarse en una mesa dominada por veteranos de la industria. Sobre el papel, la idea suena audaz. Sin embargo, los detalles presentados hasta ahora son más insinuaciones que datos concretos.

El Magma GT es un superdeportivo de motor central, una señal clara de que Genesis no pretende conformarse con papeles secundarios. Luces alargadas, pasos de rueda anchos y generosas tomas de aire siguen el guion clásico del segmento. Las puertas se abren en forma de mariposa, un guiño que reconocerá cualquiera que haya pasado cerca de un McLaren.

Pero Genesis mantiene sus cartas técnicas bien ocultas. No hay cifras de potencia, par ni aceleración. Cuando un fabricante se compara con Ferrari o McLaren, suele compartir al menos un dato llamativo. Aquí, nada de eso.

La marca afirma que el Magma GT no está pensado para el circuito, sino para el gran turismo: más deportivo que el GT promedio, pero más cómodo que la mayoría de los rivales de motor central. Suena sospechosamente a compromiso preventivo, de esos que se hacen antes de que los rivales pregunten por las cifras que deberían asustarles y que aquí brillan por su ausencia.

Luc Donckerwolke, director creativo de la marca, presenta el Magma GT como prueba de que Genesis quiere explotar su potencial deportivo. Se habla de un buque insignia y de entrar en las carreras GT. Preguntados por el cómo y el cuándo, el equipo responde con un elegante silencio.

Que Genesis logre convertir este concepto en un coche de producción, y más aún en una plataforma de competición, es otra historia. La ambición coreana es grande, pero el mundo de los superdeportivos solo escucha cuando hay cifras bajo el capó capaces de inquietar a un ingeniero de Ferrari, no solo de despertar su curiosidad educada.