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Tener coche en Europa cuesta un 27% más

Autor auto.pub | Publicado el: 17.11.2025

Un nuevo análisis del Arval Mobility Observatory, parte del grupo BNP Paribas, deja claro el panorama para los conductores europeos. Entre 2020 y 2025, el coste total de propiedad (TCO) de los coches —que incluye precio de compra, combustible o electricidad, mantenimiento, seguro, neumáticos y financiación— subió de media un 27%. No fue un solo factor: todos aumentaron a la vez.

El precio de los coches nuevos se disparó un 19% en cinco años. Las causas son de sobra conocidas: inflación generalizada, la apuesta de los fabricantes por SUV y eléctricos más grandes y caros, y normativas medioambientales más estrictas que han dejado fuera a muchos modelos pequeños de combustión. Si a eso sumamos el caos en la cadena de suministro tras la pandemia, el resultado es una subida de precios en toda regla.

Los coches usados tampoco han servido de refugio: sus precios subieron un 18,5% en el mismo periodo.

El combustible aumentó un 32%, mientras que la electricidad llegó a encarecerse hasta un 70% en algunos países europeos. El mantenimiento se encareció un 29%, impulsado por recambios más caros y la escasez de mecánicos cualificados, que ha elevado el coste de la mano de obra. Neumáticos y seguros sumaron cada uno alrededor de un 25% más a la factura final.

Y luego están los tipos de interés. Desde 2022, el coste de los préstamos se ha disparado, afectando de lleno a los contratos de leasing y renting. Solo en 2024, la financiación de vehículos subió un 50%, encareciendo notablemente la compra o el alquiler de un coche.

Cinco consejos de Arval para contener los costes

Elige bien el coche. Los modelos pequeños y las berlinas son más económicos que los SUV.

Optimiza los contratos. Ampliar el leasing de 36 a 60 meses puede reducir la cuota mensual y el TCO.

Mejora la conducción. Un estilo eficiente puede influir hasta en un 60% de los costes de uso.

Planifica la recarga. En eléctricos, cargar en el momento adecuado marca la diferencia en la economía real.

Usa movilidad alternativa. Transporte público, alquiler y carsharing ahorran dinero y emisiones.

Una cuestión de estilo de vida, no solo transporte

Arval señala que tener coche ya no se ve solo como sinónimo de libertad, sino cada vez más como una costosa elección de estilo de vida. Ese 27% de subida en cinco años refleja una sacudida mayor en el mundo del motor: energía más cara, presión regulatoria y la transición tecnológica a precio de oro.

El informe lo llama una “tormenta perfecta” para los automovilistas, aunque sugiere que la planificación y las decisiones inteligentes pueden amortiguar el golpe.

Donde antes tener coche era independencia, ahora exige disciplina financiera.