Fin de trayecto para un conductor temerario: prisión y nuevo examen
En Estonia, la prisa de un hombre de 27 años por la autopista terminó no en su destino, sino ante un tribunal, donde su conducción imprudente le valió una lección de responsabilidad. El tribunal escuchó las explicaciones del conductor y concluyó que necesitaba refrescar sus conocimientos sobre las normas de tráfico. Fue condenado a diez días en un centro de detención disciplinario y a una prohibición de conducir durante seis meses. Al finalizar ese periodo, deberá superar de nuevo tanto el examen teórico como el práctico de la Administración de Transporte para recuperar su permiso. La jueza recalcó que el exceso de velocidad nunca está justificado. En la red vial compacta de Estonia, el escaso tiempo que se puede ganar no compensa los riesgos para el propio conductor ni para los demás usuarios de la vía.