Si los colores de Porsche fueran un restaurante, en la carta encontrarías “coche de juguete de la infancia” y “el bolso de mi abuela”

Cuando se trata de llevar la personalización a extremos tan insólitos que harían palidecer incluso a las casas de moda más exclusivas, Porsche juega en otra liga. Y no se conforman con caprichos menores. No te preguntan si quieres tu nuevo coche en negro o blanco. Plantean algo mucho más atrevido:

“¿Te gustaría que tu nuevo 911 fuera exactamente del mismo tono que aquel coche de Lego que te tragaste accidentalmente con siete años?”
Porque, ahora, eso es perfectamente posible.

Bienvenido al mundo de Paint to Sample y su versión aún más extravagante, Paint to Sample Plus. Aquí, el color no es solo color. Es una declaración de identidad, un estado de ánimo con ruedas, una forma de mostrar quién eres o, mejor dicho, qué tono absurdamente específico habla a tu alma. Puedes pedir que pinten tu Porsche a juego con tu sillón favorito, un pintalabios o ese coche en miniatura que dominó el suelo de tu habitación. Incluso puedes resucitar un color de culto de los años 90 y lanzarlo por las calles modernas como si hubieras reescrito tú mismo la historia de Stuttgart.

Y no se trata de una mera paleta de colores en un configurador online. Ni mucho menos. Si realmente quieres tu color, Porsche tiene que inventarlo. Llevas tu muestra —ya sea un bolso, una bicicleta estática o el papel pintado de tu salón— y pasan meses desarrollando una fórmula de pintura que funcione en distintas superficies. Debe aplicarse en aluminio, plástico, fibra de carbono y fibra de vidrio, y verse idéntica desde cualquier ángulo y bajo cualquier luz. Si no lo consiguen, vuelven a empezar.

Para garantizar esta perfección cromática, Porsche recurre a una máquina llamada Wetter-o-Meter: un dispositivo real que bombardea las muestras de pintura con luz ultravioleta durante 3.200 horas seguidas, simulando un año entero de sol intenso en Florida. Porque si la pintura de tu coche se desvanece antes que tú, no merece llevar el escudo de Porsche.

Pero nada de esto sería posible sin una buena dosis de precisión alemana. Si tu fantasía de azul lavanda grisáceo no supera los implacables estándares de calidad de Porsche, simplemente no la tendrás. Incluso asumen el coste de las pruebas. Porque Porsche no acepta compromisos. Ni siquiera si tu Cayenne sueña con parecerse a un chaleco reflectante de los años 80.

Paint to Sample está disponible desde el momento en que encargas tu coche y añade unos meses al plazo de entrega. Pero si quieres llevar la personalización al extremo, Paint to Sample Plus es la experiencia completa de artista residente. Desde la idea inicial hasta el producto final pueden pasar hasta nueve meses: formulación del color, pruebas de aplicación, evaluación en la producción, aprobación del cliente y, finalmente, la ceremonia de bautizo; sí, puedes ponerle nombre a tu color como a un recién nacido.
¿“Azul Harry”?
¿“Verde Profundamente Decepcionado”?
Porsche no te pondrá pegas.