China quiere frenar la aceleración salvaje de los eléctricos
China ha abierto un debate público que podría trastocar la lógica de la industria automotriz moderna. La propuesta es casi sobria: ningún coche debería alcanzar los 100 kilómetros por hora en menos de cinco segundos. Los responsables de seguridad nacional sostienen que la medida reduciría la gravedad de los accidentes y fomentaría hábitos de conducción más sensatos. Para algunos entusiastas, la idea cae como un jarro de agua fría.
Los tiempos de aceleración venden coches. Hasta el becario más novato de marketing lo sabe. Sin embargo, el ministerio chino ve un peligro creciente. La propuesta no exige motores más débiles: el límite se aplicaría desde fábrica. Los fabricantes tendrían que instalar un limitador electrónico que impida bajar de los cinco segundos en el 0–100. La potencia total seguiría disponible, pero el conductor tendría que realizar pasos adicionales y deliberados para acceder a ella.
Es una solución muy al estilo chino. La potencia permanece, pero el Estado quiere asegurarse de que nadie la desate al azar.
Software para evitar confusiones de pedales
El siguiente cambio apunta a una causa clásica de accidentes menores: los conductores que pisan el acelerador en vez del freno. Pekín quiere que el software preventivo sea obligatorio. El sistema bloquearía aceleraciones bruscas cuando el coche esté parado o apenas se mueva.
Muchas marcas ya han probado ideas similares, pero China pretende imponerlo por ley. Menos errores, menos visitas al taller.
Normas técnicas para eléctricos
En los eléctricos, las exigencias son más precisas. Todo coche eléctrico de producción masiva deberá cortar la energía de la batería inmediatamente tras detectar un impacto externo. El tiempo de reacción esperado es de unos 150 milisegundos. Además, el coche tendrá que avisar al conductor si alguna celda de la batería se comporta de forma anómala.
Los sistemas de infoentretenimiento tampoco se libran. Las imágenes de vídeo deberán desaparecer de la pantalla en cuanto el coche supere los diez kilómetros por hora. China no quiere conductores viendo dibujos animados en el tráfico.
Las autoridades no han anunciado cuándo entrarán en vigor las nuevas normas. Una pista está en el mismo paquete de consulta, que incluye un estándar para manillas de puertas retráctiles previsto para 2027. Es una señal de lo en serio que el Estado se toma la actualización de su reglamento técnico.
Un freno global al exceso de prestaciones
El movimiento de China encaja en una tendencia global. Gobiernos de todo el mundo buscan cómo contener el rendimiento explosivo de los eléctricos modernos. Europa lleva años debatiendo límites, aunque nadie se ha atrevido a aplicarlos. China no se corta: va directo al núcleo de la tecnología. Si las normas prosperan, cambiarán las estrategias de exportación. Los fabricantes necesitarán dos configuraciones, una para el mercado local y otra para el extranjero. China pasa de ser el mayor productor a marcar tendencia.
Todo el plan plantea una pregunta incómoda para la industria: ¿sigue valiendo la pena arañar décimas de segundo? Los fabricantes debatirán sobre ello durante mucho tiempo.
