Todos los caminos llevan a algún lugar... excepto este.

Es bien sabido que no todos los caminos están hechos para ser recorridos, pero algunos conductores insisten en poner a prueba esa teoría personalmente. Desafortunadamente para este automovilista en particular, su vehículo no venía equipado con capacidades de teletransportación.

Es inevitable sentir un poco de lástima por el conductor; después de todo, es difícil ver cómo tu vehículo pasa de ser un medio de transporte funcional a convertirse en una obra de arte moderno accidental. Después de un vuelco tan impresionante, no queda mucho por hacer aparte de suspirar, sacudir la cabeza y reconocer que, efectivamente, no todos los caminos te llevan a un destino. Algunos solo te conducen a una… lección costosa.