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BMW M3 Competition Touring

BMW M elimina el sello Competition: todos son tope de gama

Autor auto.pub | Publicado el: 06.11.2025

Frank van Meel, jefe de BMW M, ha confirmado lo que muchos entusiastas ya intuían: la denominación “Competition” desaparece definitivamente. La razón es tan simple como contundente. Cuando cerca del 80% de los clientes ya elige la versión más potente, fingir que es un extra opcional resulta absurdo.

Según el blog oficial de BMW M, los hábitos de compra de los clientes se volvieron tan unilaterales que la distinción “Competition” dejó de tener sentido. Como lo expresó van Meel, “se podría decir que cada modelo M actual es un Competition”. Lo que antes era el acabado más alto ahora es el punto de partida.

Una decisión lógica, no solo marketing

Varios medios señalan que la medida no responde solo a una cuestión de nombres más limpios, sino también a realidades de producción. Las versiones estándar llevaban años desapareciendo de las hojas de pedido, ya que la mayoría de los compradores pagaba gustosamente por el motor más potente y la puesta a punto deportiva. “Competition” se convirtió en una etiqueta cortés para algo que ya no era opcional, perdiendo así su sentido.

Nueva jerarquía: M, CS y CSL

Van Meel ha definido una estructura de tres niveles más clara para el futuro. Ahora, todo modelo M parte desde donde antes lo hacía el Competition. Por encima se sitúan los más afilados y ligeros M CS, mientras que las ediciones limitadas para coleccionistas mantienen el icónico sello M CSL. Una jerarquía ordenada donde cada escalón es evidente y distinto.

El nuevo M2 ya sigue esta filosofía. Es más potente y enfocado que el antiguo M2 Competition, aunque la palabra haya desaparecido del portón trasero. En esencia, la etiqueta se fue, pero la sustancia permanece.

Menos letras, más claridad

El cambio también resuelve una pequeña crisis de identidad dentro de BMW M. La propia división admitió que nombres como “M3 xDrive Competition CS” rozaban lo ridículo. Como ironizó van Meel, más letras en la trasera no hacen el coche más rápido. Hay cierta ironía en eso: cuando el nombre de un deportivo tiene más sílabas que miles de revoluciones su motor, la marca quizá se ha pasado de rosca.

Fidelidad al motor

Van Meel también reafirmó que BMW M no piensa reducir cilindrada a corto plazo. “Los motores de cuatro y tres cilindros son para otros”, declaró este año. La gama M seguirá apostando por los seis en línea y V8, adaptados a normativas de emisiones más estrictas. Los términos de marketing pueden ir y venir, pero el alma mecánica de BMW M sigue intacta.

Una tendencia global

El movimiento de BMW refleja una tendencia más amplia en la industria: el rendimiento ya no es un extra, sino una expectativa. Los compradores asumen que incluso el modelo base ofrecerá el máximo empuje, así que “Competition” pierde relevancia. A diferencia de la gama RS de Audi, que aún ofrece varios niveles de potencia, BMW M ha optado por simplificar y quedarse solo con la versión más alta.

Es una simplificación audaz que facilita la vida al cliente, aunque a algunos puristas les parezca demasiado directa.