
La batería milagrosa de 3.000 kilómetros de Huawei: ¿avance real o simple publicidad?
Dejemos algo claro desde el principio: el gigante tecnológico chino Huawei vuelve a ser noticia, esta vez gracias a una patente de batería de estado sólido basada en sulfuros que, según afirman, permitiría recorrer hasta 3.000 kilómetros con una sola carga y recargarse del 10 al 80 por ciento en apenas cinco minutos. Sí, ha leído bien: 3.000 kilómetros, casi cinco veces la autonomía máxima de los vehículos eléctricos más avanzados actuales.
El secreto radica en sus electrolitos de sulfuro mejorados con nitrógeno, diseñados para reducir los efectos secundarios del ánodo de litio y aumentar la estabilidad general. La densidad energética alcanza unos sorprendentes 400 a 500 Wh/kg, dos o tres veces más que las células de ion-litio convencionales.
Sin embargo, conviene no adelantarse: estas cifras figuran en una solicitud de patente, no en una batería lista para producción. Los expertos insisten en que se trata de resultados teóricos de laboratorio, y que la aplicación real puede demorarse años, debido a retos como la gestión térmica, la durabilidad de los materiales y las exigencias de infraestructura ante corrientes de carga extremas.
Aun así, el paso dado por Huawei es firme y apunta en la dirección adecuada. Patentes como esta demuestran que las firmas tecnológicas chinas ya no se conforman con ir a la zaga de sus rivales en Estados Unidos, Japón o Corea del Sur. Basta comparar: el último prototipo de Toyota apenas promete 1.200 kilómetros y una carga de diez minutos, mientras que los principales fabricantes de Corea, Estados Unidos y Europa apenas están comenzando a escalar sus propias apuestas por el estado sólido.
Quizá no estemos ante una revolución inmediata, pero sin duda es una clara advertencia a la competencia.