Fiat Panda Freak Show: ¿Hasta dónde puede llegar un coche más corto, estrecho y bajo?
En la parrilla se situó un trío de Pandas profundamente modificados, cada uno aspirando a un récord mundial extremo: el más corto, el más estrecho y el más bajo. Cuando se disipó el polvo, fue el Panda más rechoncho el que cruzó la meta en primer lugar.
Solo el más corto de los tres conservaba el privilegio de un motor de combustión interna. Los otros dos, recortados de tal forma en anchura y altura que ni siquiera cabría un motor de ciclomotor, tuvieron que conformarse con diminutos propulsores eléctricos, más anecdóticos que rivales reales para la gasolina.
El conductor del coche más estrecho apenas logra acomodarse en su interior, sorprendentemente en una posición sentada normal, con un volante casi de juguete ante él. El piloto de la máquina más baja, en cambio, debe reptar por la luneta trasera y conducir tumbado, manejando el artefacto con un joystick mientras se apoya sobre un chasis de kart.
Ninguna de estas creaciones cuenta con una certificación oficial de “el más del mundo”. Sin embargo, al contemplar sus proporciones surrealistas, es inevitable preguntarse: ¿quién podría superarlas?
