auto.pub logo
Screenshot from the video

¿Un barco eléctrico con alas? ¡Por supuesto!

Autor auto.pub | Publicado el: 12.03.2025

Imagina esto: Estás atrapado en un ferry pesado, viendo cómo las gaviotas te superan sin esfuerzo mientras el buffet a bordo fracasa estrepitosamente en producir algo que se pueda llamar comida. Ahora imagina atravesar el mar a unos impresionantes 300 km/h en una máquina que puede flotar, deslizarse y—prepárate—volar. Bienvenidos al mundo del Viceroy Seaglider, un artilugio eléctrico que hace que los ferris tradicionales parezcan tan vanguardistas como un drakkar vikingo.

Esta creación, cortesía de la startup estadounidense Regent Craft, es un milagro ecológico de alta velocidad para 12 pasajeros que se desliza a tan solo nueve metros sobre el agua. Sí, nueve metros, lo justo para que te sientas como en una película de Bond, pero lo suficiente cerca del agua como para mantenerte con el corazón en la garganta.

¿Cuál es el truco?

La magia de Regent reside en algo llamado efecto suelo, que es una forma elegante de decir que cuando vuelas cerca de una superficie—como el agua—generas un colchón de aire que te hace más rápido y eficiente. Los soviéticos experimentaron con esta idea en los años 60, produciendo los extraños "ekranoplanos" que eran mitad avión, mitad lancha rápida, y totalmente aterradores. Regent, por otro lado, ha llevado el concepto al siglo XXI, sustituyendo la pesadez de la era soviética con propulsión eléctrica y aeronáutica de vanguardia que, lo más importante, no parece sacada de un museo de la Guerra Fría.

¿Solo un juguete para multimillonarios?

Ni mucho menos. Esto no es un juguete ridículo para oligarcas que se han quedado sin superyates que comprar. Regent ya ha acumulado pedidos por valor de 9 mil millones de dólares, con planes para desplegar estas máquinas de velocidad en el transporte comercial, la logística de carga y la respuesta de emergencia. Incluso los Marines de EE. UU. las están considerando como una revolución potencial para el despliegue rápido y sigiloso de tropas. Imagina eso: una embarcación prácticamente silenciosa y capaz de eludir radares, que se mueve tan rápido como un pequeño jet pero solo necesita un charco para operar.

¿Realmente Funciona?

La semana pasada, el Viceroy Seaglider demostró que no es solo otra fantasía sobrevalorada de PowerPoint. Un prototipo a escala real—de 16,75 metros de longitud y una envergadura de casi 20 metros—entró al agua, con pasajeros a bordo, y cumplió exactamente lo que prometía. Lo cual, para una máquina eléctrica, alada y que navega a toda velocidad sobre el mar, es bastante impresionante.

Por supuesto, toda esta innovación no sale barata. Los inversores ya han inyectado 90 millones de dólares en Regent, y están montando una fábrica en Rhode Island para producir estas maravillas a escala industrial. Esto significa que pronto podríamos cambiar los viajes en ferry que nos agotan el alma por un recorrido a alta velocidad y baja altitud sobre el agua.

¿Algún Día Veremos Uno?

Si Regent lo logra, los lentos transbordadores y las tediosas filas de seguridad en los aeropuertos podrían convertirse en reliquias de una era pasada. En su lugar, estaremos deslizándonos sobre el mar en un futurista hidroplano volador tan rápido que incluso los aviones de hélice parecerán antigüedades.

<iframe width="1280" height="720" src="https://www.youtube.com/embed/__is4z4o4NE" title="REGENT Begins Sea Trials of First Passenger-Carrying Seaglider" frameborder="0" allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" referrerpolicy="strict-origin-when-cross-origin" allowfullscreen></iframe>