Un adelantamiento mortal: dos muertos, cuatro heridos y restos por todas partes
A la hora de adelantar, el juicio y la intuición propios deben ser la única guía. Confiar en la decisión de otro conductor en lugar de la tuya puede costar mucho más que tiempo. En este caso, costó vidas. Al analizar las imágenes de la cámara del salpicadero, se distingue claramente una señal de prohibido adelantar instantes antes de que el coche con la cámara inicie la maniobra.
El choque frontal se cobró la vida de dos ocupantes del vehículo que circulaba en sentido contrario. Otras cuatro personas resultaron heridas en tres coches distintos que acabaron implicados en el caos. La escena quedó plagada de hierros retorcidos y parabrisas destrozados, el tipo de tragedia que cambia vidas en cuestión de segundos.
El accidente tuvo lugar en Rusia, pero la lección trasciende fronteras. Basta una mala decisión, una advertencia ignorada, para que todo se desmorone de forma brutal e irreversible.