Tragedia en Rusia: familia muere en choque múltiple
Otra historia de Rusia que nadie quiere leer. En un tramo solitario donde solo suelen pasar el polvo y el viento, varios autos chocaron y murieron tres personas: una pareja joven y su bebé de tres meses.
Según la policía local, un hombre nacido en 1988 intentó adelantar con su Hyundai Sonata, pero perdió el control y provocó una colisión en cadena que involucró a un Ford, un Škoda, otro Hyundai y un Kia Cerato que venía de frente. Tras el impacto con el Kia, el desastre continuó: más adelante, un Chevrolet Niva y un Volkswagen también chocaron.
El conductor del Kia, nacido en 1990, su acompañante, nacida en 1995, y su bebé fallecieron en el acto. El conductor del Hyundai Sonata fue trasladado al hospital con heridas.
La policía atribuye el accidente a una maniobra de adelantamiento mal calculada. La carretera estaba seca, la visibilidad era buena, pero la velocidad y el exceso de confianza convirtieron una acción rutinaria en algo irreversible. Los expertos recuerdan que precisamente estos tramos "rectos y normales" generan una falsa sensación de control que puede desaparecer en un instante.
Cada día ocurren decenas de accidentes similares, muchos por la misma causa: adelantamientos arriesgados. Las estadísticas muestran que este tipo de maniobras representa cerca de un tercio de los accidentes mortales en carretera. Esta tragedia es otro recordatorio sombrío de que ni los sistemas de seguridad más avanzados ni las carrocerías reforzadas pueden protegernos cuando se ignoran las leyes de la física.
¿Y por qué seguimos escribiendo sobre esto?
Porque las muertes en carretera suelen perderse entre informes oficiales y cifras. Pero cada número representa a alguien que no volvió a casa, y quizá a alguien más que nunca volverá a atreverse a adelantar tras ver cómo una mala decisión acabó con tres vidas.
