Incendio en estudio de GM arrasa prototipo y deja incógnitas
Un incendio en el recién inaugurado centro de diseño de General Motors en California destruyó un coche conceptual y mantuvo ocupados a casi un centenar de bomberos durante dos horas. La compañía confirmó el incidente pero se negó a precisar si el vehículo consumido por las llamas era eléctrico.
El fuego se desató en el estudio de GM en Pasadena, abierto apenas en 2024. Las autoridades locales lo calificaron como uno de los mayores incendios recientes en la zona. Más de cien bomberos trabajaron durante dos horas para controlar las llamas, lo que da una idea de la gravedad del suceso.
GM aseguró que el incendio solo afectó a un vehículo y no se propagó a otros edificios ni prototipos cercanos. Un bombero quedó atrapado brevemente en el interior, pero fue rescatado ileso.
El nuevo complejo de diseño consta de tres edificios que suman unos 14.000 metros cuadrados. GM invirtió 71 millones de dólares (unos 67,3 millones de euros) en su construcción, con la intención de inaugurar una nueva era creativa para el gigante estadounidense, fusionando modelado físico y prototipado virtual en un solo espacio.
Aunque la causa oficial no se ha hecho pública, varias fuentes apuntan a que el coche destruido era un prototipo en fase temprana. GM guarda silencio sobre si era eléctrico o de combustión, lo que alimenta las especulaciones. Algunos creen que el fuego pudo originarse en el sistema de baterías, una teoría que encaja con la tendencia de probar nuevas plataformas eléctricas en entornos de laboratorio cada vez más densos.
El estudio de Pasadena había insinuado recientemente el desarrollo de un Chevrolet Camaro de nueva generación. Si el incendio comenzó en un prototipo futuro del Camaro, no solo se perdió un coche: también se quemó un pequeño fragmento de la historia del muscle car estadounidense.
El incidente pone sobre la mesa una preocupación creciente en la industria: los riesgos de seguridad asociados al desarrollo de prototipos eléctricos. El avance acelerado de la tecnología de baterías trae progreso, pero también efectos secundarios imprevisibles que ni gigantes como GM logran anticipar. Expertos sugieren que este incendio podría llevar a los fabricantes a revisar los estándares de seguridad en sus estudios de diseño, justo donde nacen los coches del futuro.
Las llamas ya se apagaron, pero las preguntas sobre su origen y sus consecuencias para el sector siguen ardiendo.