Un sofá con motor V8: locura sobre ruedas made in USA
En Estados Unidos, algunos no se conforman con un sofá cómodo si pueden convertirlo en un vehículo. Westen Champlin, un youtuber de Kansas, montó su sillón de sala sobre ruedas, le instaló un V8 de seis litros y bautizó el invento como el sofá-móvil.
Champlin eligió como base un Ford Crown Victoria, ese sedán que durante años fue el caballo de batalla de la policía estadounidense. En pleno chasis plantó un sillón reclinable con portavasos, cargador inalámbrico y pequeños compartimentos. Bajo los cojines ruge un V8 GMC Denali de 6,0 litros, acoplado a una caja automática Turbo 400.
No se trata solo de una broma de garaje. El artefacto se mueve por sus propios medios, lleva faros y pilotos convencionales y arranca con un detalle tan absurdo como brillante: una lámpara de pie encendida. El selector de marchas es una simple llave inglesa, más simpática que precisa.
Champlin no se quedó en la entrada de su casa. El sofá-móvil recorrió más de setenta kilómetros hasta un pueblo vecino, hizo escala en McDonald’s y siguió su camino sin mayores dramas. El único contratiempo fue una rueda que decidió soltarse en plena ruta. La policía no intervino, aunque probablemente fue la única vez que los agentes habrían disfrutado de una carcajada sin remordimientos.
Proyectos así se han convertido en un culto de nicho donde coches, herramientas y muebles se mezclan en una tormenta creativa. En YouTube, estos salones rodantes son imanes de audiencia garantizada. Las leyes europeas jamás permitirían algo así en la vía pública. El sofá V8 de Champlin demuestra que en Estados Unidos nada es realmente imposible, ni siquiera conducir un sillón con café en mano y una lámpara encendida a los pies.
