RAM recupera la voz de la razón – ¡y suena como un V8!

Después de años de intentar convertir la emblemática camioneta estadounidense en algo tan caro como un renovado château francés y tan amigable como la cabina de lanzamiento de un SpaceX, RAM finalmente ha dado con una idea realmente revolucionaria: la gente simplemente quiere una camioneta económica y sencilla.

La actual dirección de RAM, que presumiblemente acaba de incinerar ceremoniosamente los mandamientos basados en Excel del ex-CEO Carlos Tavares, ha comprendido que la RAM 1500 Classic no era un dinosaurio obsoleto. Era el pan de cada día para los trabajadores de a pie, servido con una ración de trueno de motor V8. Eliminarla hubiera sido tan acertado como convertir a McDonald's en un bar de ensaladas.

Ahora, se rumorea dentro de la compañía que están listos para devolvernos algo básico, utilitario y verdaderamente asequible. No hablamos de un festín tecnológico de $40,000 con 27 modos de masaje y luces ambientales, sino de una camioneta que te lleva al trabajo, transporta tu ATV y reproduce a todo volumen a Johnny Cash en altavoces rasposos sin pedir disculpas.

Pero, y aquí es donde entra el giro clásico de la fabricación estadounidense, no hay un lugar donde construirlo. La planta en Michigan ha sido reorganizada (léase: desmantelada), los trabajadores han sido despedidos, ¿y trasladar la producción a México? Políticamente es un tema explosivo. Lo que significa que esta RAM económica está en camino... pero muy, muy lentamente. Piensa en la velocidad de una placa tectónica. En melaza.

Pero hay aún mejores noticias: se rumorea que RAM está considerando el regreso del V8.

Sí. Es posible que los gloriosos dinosaurios de 5.7 y 6.4 litros naturalmente aspirados regresen, como tu banda de rock favorita reuniéndose de nuevo: más ruidosos, más potentes y sin un ápice de vergüenza. Porque alguien finalmente admitió lo que todos sabíamos:

Una camioneta de tamaño completo sin un motor V8 es como un bar sin cerveza: no tiene sentido y es un poco deprimente.

Y eso no es todo. Se rumorea que una nueva generación de súper camiones está en camino: un renacido RAM TRX, rescatado del atolladero ecológico donde los ambientalistas y fanáticos de la economía de combustible lo habían sepultado. Esta vez, podría llegar equipado con tanto turbo como supercargador, listo para destrozar al Ford Raptor en cualquier marcha, terreno y dimensión posibles.