Pininfarina y JAS Motorsport resucitan el Honda NSX
Dos leyendas se unen para devolver a la vida uno de los nombres más queridos del automovilismo. Pininfarina y JAS Motorsport están creando una nueva generación del Honda NSX, fusionando el estilo italiano con la disciplina ingenieril japonesa. La misma receta que, hace más de 30 años, rozó el sueño perfecto de cualquier conductor.
Este nuevo NSX no es un simple remake. Es una reinterpretación contemporánea del original, que conserva ecos de su ADN sin convertirse en una pieza de museo. Los guiños familiares están ahí: el morro bajo, la silueta limpia, el alerón trasero integrado y, sí, los faros escamoteables, tan nostálgicos hoy como una pletina de casete en un deportivo. Sin embargo, las proporciones cuentan otra historia, con una zaga más corta, pasos de rueda ensanchados y tomas de aire más agresivas, dejando claro que este coche está hecho para ser conducido, no solo admirado bajo focos suaves.
La carrocería es íntegramente de fibra de carbono, prometiendo una ligereza y rigidez con la que el primer NSX solo podía soñar. El motor es una evolución del V6 de Honda, aunque las cifras de rendimiento siguen siendo un secreto. El original, con su bloque de 3.0 litros, entregaba 290 caballos, así que cabe esperar un salto notable. Más interesante aún, el propulsor irá asociado a una caja manual de seis velocidades, un gesto desafiante en una época dominada por los cambios automáticos de doble embrague y las levas al volante.
En el apartado técnico, JAS Motorsport —socio histórico de Honda en competición— desarrolla un nuevo chasis afinado para los estándares actuales de circuito. Se rumorea una versión exclusiva para pista, aunque oficialmente los primeros ejemplares serán matriculables.
La producción arrancará en Milán, en las propias instalaciones de JAS, durante el primer semestre de 2026. Pininfarina liderará el diseño y la aerodinámica, mientras que JAS se encargará de la ingeniería y el ensamblaje. Un reparto de tareas que hasta Enzo Ferrari habría aprobado con una sonrisa.
Curiosamente, este no es el único renacimiento del NSX en marcha. ItalDesign ha dejado entrever su propio homenaje, señal de que el renacimiento de los superdeportivos de los 90 ya es oficial. Nada vende mejor que la nostalgia, sobre todo si huele a gasolina.
Por encima de todo, el nuevo NSX es un proyecto de pasión, nacido en la intersección entre la obsesión ingenieril y el culto a la herencia. Si su carrocería de carbono y el V6 manual ofrecen dinamismo real y no solo reverencia, podría ser mucho más que un tributo. Si la elegancia de Pininfarina y la experiencia en competición de JAS encuentran el equilibrio, este NSX puede ser el antídoto perfecto para una era de velocidad sin alma.
