Lamborghini desafía el futuro con su nuevo V8 híbrido
Lamborghini planea mantener vivo su motor V8 de gasolina al menos durante la próxima década, incluso si la propuesta europea de prohibir la venta de motores de combustión en 2035 entra en vigor. Así lo afirmó Paolo Rachetti, director de proyecto del futuro Temerario, citado por The Drive. El año pasado fue aún más tajante: calificó un motor de seis cilindros como un riesgo y uno de cuatro cilindros como una catástrofe.
Rachetti subraya que el nuevo V8 destinado al Temerario ha sido diseñado para perdurar. Al igual que el bloque del Huracán, debería sobrevivir al menos dos ciclos de vida, es decir, unos diez años. Se trata de un 4.0 litros biturbo con cigüeñal plano, capaz de girar hasta las 10 000 rpm. La potencia máxima llega cerca de las 9 500 rpm y el par máximo se sitúa entre las 4 000 y 7 000 rpm.
Como exige un superdeportivo moderno, el motor se combina con un sistema híbrido, en este caso tres motores eléctricos que trabajan junto al V8. Juntos entregan hasta 907 caballos de fuerza, o 920 PS. Lamborghini reservará este V8 exclusivamente para el Temerario. No hay planes de instalarlo en el Urus ni en ningún otro modelo de la gama.
Rachetti no detalló un calendario preciso ni explicó cómo podría sobrevivir el V8 una vez que Europa imponga la prohibición de motores de combustión. Varias opciones siguen sobre la mesa. Lamborghini confía en que la legislación de 2035 evolucione o se flexibilice. Alternativamente, la marca estudia adaptar el nuevo V8 para funcionar con combustibles sintéticos neutros en carbono. Esta vía permitiría conservar el sonido, el rendimiento y la identidad que definen a la marca.
La decisión sugiere que, aunque la transición hacia la electrificación total parezca imparable, no significa necesariamente el fin de los V8 tradicionales. Una combinación de hibridación y combustibles sintéticos podría ser el puente entre el pasado y el futuro.
Este enfoque también distingue a Lamborghini de muchos rivales que corren hacia la electrificación total. Es una declaración de compromiso con la herencia y el sonido, elementos que forjan una conexión emocional que un motor eléctrico rara vez ofrece.
Si la prohibición europea de 2035 se aplica en su totalidad, el futuro podría pertenecer a los híbridos o a las máquinas alimentadas por alternativas sintéticas. Lamborghini asume un riesgo, pero también se abre la oportunidad de preservar el legendario rugido de su V8.
Para los analistas, la estrategia sugiere que el V8 no desaparecerá rápidamente. Sobrevivirá mientras existan entusiastas que valoren la tradición, el ruido y una máquina con pulso por encima de un silencioso disparo de cero emisiones.