Jeep cambia de rumbo: el Gladiator híbrido se descarta en favor de un V8 de 6,4 litros
Hace apenas un año, Jeep promocionaba un Gladiator enchufable con un motor turbo de 2,0 litros asistido por electricidad. Sin embargo, la realidad del mercado fue implacable. La demanda de pick-ups híbridas enchufables no resultó suficiente para justificar su producción. Por ello, Jeep ha dado marcha atrás y ha decidido apostar por la cilindrada y el carácter.
El resultado será el Gladiator Rubicon 392, siguiendo el ejemplo marcado por el Wrangler Rubicon 392. El distintivo “392”, que hace referencia a la cilindrada en pulgadas cúbicas del motor, puede sonar a código, pero su significado es claro: potencia bruta y sonido sin filtros. Con 477 caballos bajo el capó, no se trata de una concesión ecológica, sino de una declaración de intenciones.
La dirección de Jeep no ha ocultado sus ambiciones. El pasado verano, la marca confirmó que los motores V8 seguirán presentes y que llegarán más versiones. Incluso circulan rumores en la industria sobre el regreso de la división SRT, centrada en el alto rendimiento, lo que podría abrir la puerta a variantes de ocho cilindros aún más extremas en el futuro.
Mientras el sector avanza hacia los híbridos y eléctricos, Jeep se desmarca y posiciona el Gladiator Rubicon 392 como una respuesta rebelde a la ortodoxia ecológica. Es la prueba de que el rugido de la gasolina y la pasión por la fuerza bruta no han desaparecido, al menos en el universo Jeep.
