El Ford Focus se despide sin sucesor directo

Ford marcó la fecha con una escueta publicación en redes sociales anunciando que el último Focus había salido de la línea de montaje. Así se cerró una historia de 27 años y 12 millones de unidades rodando por las carreteras europeas.

La decisión de poner fin a la producción del Focus se tomó en 2022. La estrategia de electrificación de Ford desvió la atención hacia nuevos modelos que deberían sostener el futuro de la marca. El Explorer y el Capri eléctricos llegaron a los concesionarios europeos con grandes expectativas, pero las ventas han sido discretas.

Para la planta de Saarlouis, el 15 de noviembre tuvo un sabor amargo. Sin el Focus, la línea de producción apenas tiene trabajo y los empleados siguen sin saber qué les depara el futuro. Los rumores apuntan a que un nuevo SUV podría llegar en 2027 para ocupar el vacío.

El Focus fue durante años la referencia entre los compactos familiares: cómodo, ágil y siempre en los primeros puestos de ventas. Las primeras generaciones acumularon premios y marcaron tendencia. Pero Europa cambió. El giro hacia la electrificación obligó a Ford a buscar nuevas inversiones y a dejar atrás modelos que ya no encajaban en la agenda ecológica. Los compradores que buscan precio se han volcado en los SUV, mucho más rentables para las marcas.

La retirada del Focus es el reflejo de un cambio más amplio: los fabricantes europeos recortan sus gamas tradicionales de compactos y redirigen recursos hacia SUV y eléctricos. Un segmento que antes dominaban iconos como el Focus o el Golf ha perdido fuerza. El Volkswagen Golf sigue en venta, pero su futuro es incierto: las versiones eléctricas requieren inversiones millonarias que las marcas ya no asumen a la ligera. Si alguien sale ganando en este terremoto, son los crossovers, que ocupan el hueco con la misma discreta seguridad que el Focus aportó durante décadas al segmento medio.