Cupra Formentor VZ5: Cinco cilindros antes del silencio
Cupra presenta el nuevo VZ5 como una muestra de "atrevimiento" y "pasión", aunque entre líneas se percibe una nota de despedida. No es un regreso, sino una última función. Bajo el capó esculpido se esconde el legendario motor de cinco cilindros y 2,5 litros de Audi, que entrega 390 caballos y estará limitado a solo 4.000 unidades en todo el mundo: más una pieza de coleccionista que un paso hacia el futuro.
En lo mecánico, la receta es conocida: tracción total inspirada en el quattro, cambio DSG de doble embrague y un repartidor de par electrónico que distribuye la potencia entre las ruedas traseras con una precisión que pocos conductores llegarán a aprovechar. El equipo de diseño de Cupra aporta su sello visual: escapes angulados con puntas de cobre, pasos de rueda ensanchados y emblemas cromados ahumados que sugieren agresividad y, al mismo tiempo, reflejan el deseo de la marca por alcanzar un estatus más premium.
El interior del VZ5 transmite mayor madurez, menos ambiente de club juvenil y más declaración de intenciones. Los materiales son de calidad, el cuadro digital resulta sobrio y los asientos CUPBucket con diseño de malla de araña aportan dramatismo suficiente para justificar su presencia, aunque su función sea sobre todo estética.
Cupra define este modelo como un "pico emocional", aunque en realidad se trata de un epílogo bellamente ejecutado: un recordatorio de cuando los motores tenían voz y la pasión olía levemente a gasolina. El cinco cilindros TSI se erige como el último tótem mecánico de la marca antes de que la planta de Martorell se dedique por completo a la electrificación.
La producción arrancará a principios de 2026 y, aunque Cupra afirma que el VZ5 "rompe límites", en realidad representa algo más silencioso y profundo: el instante en que la frontera entre combustión y electrificación se vuelve casi tangible.
