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Lada

AvtoVAZ recorta turnos y salarios sin rubor

Autor auto.pub | Publicado el: 27.11.2025

AvtoVAZ vuelve a recortar sus ambiciones. A partir de 2026, la empresa operará con un solo turno, una decisión lógica para una fábrica que produce coches que casi nadie quiere. Las ventas caen en picado, los empleados se marchan y la dirección, fiel a su estilo, prefiere mirar por la ventana en silencio solemne mientras insiste en que todo está perfectamente bajo control y siempre lo estuvo.

El régimen de turno único se mantendrá al menos hasta mediados de 2026. Y podría prolongarse mucho más, salvo que la demanda de Lada resucite con un fervor bíblico. Si no ocurre ese milagro, esta será la nueva normalidad.

La producción se reducirá al menos a la mitad y los salarios caerán en la misma proporción. Actualmente, los empleados pueden estirar su sueldo mensual hasta unos 70.000 rublos, aproximadamente 770 euros, solo si aceptan trabajos adicionales. Incluso esa opción desaparecerá en diciembre. En enero, el salario medio podría hundirse hasta los 40.000 rublos, unos 440 euros.

Los trabajadores afirman abiertamente que la dirección no tiene intención de subir los sueldos ni de compensar las pérdidas de ninguna manera. El éxodo continuará porque la esperanza no es una estrategia de recursos humanos, ni siquiera en Togliatti. Además, la empresa ha hecho que renunciar sea lo más incómodo posible. Las cartas de dimisión solo se aceptan un día a la semana y todo aquel que quiera irse debe pasar antes por una entrevista con un comité especial.

Junto al turno único llega la semana laboral de cuatro días. AvtoVAZ ofreció una breve explicación. Según la versión oficial, esta medida solo se aplicará hasta diciembre. Lo que la empresa no aclaró es a qué diciembre se refería: el actual, uno futuro o quizá uno de un universo paralelo donde el Lada Niva Sport, que hoy se fabrica a razón de cincuenta unidades al mes, es el coche favorito del planeta.

La historia de siempre: menos coches, menos empleados, sueldos más bajos y una dirección convencida de que la realidad acabará adaptándose a su relato.